Una adherencia es una unión anormal que se desarrolla entre dos superficies de tejido contiguas que normalmente estarían separadas. Se produce como resultado de la cicatrización. Las cicatrices de adherencia forman parte de una categoría conocida como cicatrices patológicas. Durante el proceso de cicatrización, los fibroblastos construyen una nueva matriz conectiva rica en fibronectina. Al mismo tiempo tiene lugar una fase de desbridamiento que es importante para evitar que la cicatriz forme puntos de unión no fisiológicos. Estos restringen el movimiento entre el tejido de la cicatriz y los tejidos adyacentes. Las cicatrices de adhesión pueden ser de naturaleza muscular, ósea, grasa o fascial. Una vez formadas, actúan como un freno a la movilidad de los tejidos, impidiendo el movimiento pasivo y activo. Esto puede provocar problemas posturales.

Las cicatrices de una cesárea son un buen ejemplo. Las diferentes suturas (uterina, peritoneal, cutánea) y la ubicación de la cicatriz (en una zona poco móvil), crean factores ideales para el desarrollo de adherencias, que pueden provocar dolores lumbares como consecuencia de los problemas posturales. Por ello, es importante actuar lo antes posible para optimizar la fase de desbridamiento y reducir los riesgos de adherencias (teniendo cuidado de evitar los bordes de la cicatriz hasta que se haya cerrado completamente).

Un enfoque preventivo de las cicatrices

Gracias a su acción celular sobre los fibroblastos, la energía Winback permite mejorar la calidad del colágeno en la zona de cicatrización. Al mismo tiempo, su acción diatérmica mejora la vascularización, lo que es muy útil durante la fase de desbridamiento. El tratamiento consiste en combinar el efecto local del CET con la acción difusa del RET para movilizar las diferentes estructuras tisulares y evitar así las adherencias.

Tratamiento de las adherencias cicatriciales

En los casos en los que ya se han desarrollado adherencias cicatriciales, la diatermia utilizada deberá ser más fuerte para romper las nuevas uniones y permitir que los fibroblastos sinteticen nuevo colágeno. Es importante identificar las estructuras tisulares adyacentes y elegir el método de tratamiento más adecuado en función de ello. Para una cicatriz de adherencia superficial que no tendrá consecuencias estéticas, utilizar el modo MIX será el enfoque más eficaz.

Para adherencias más profundas, que tendrán un impacto postural, además de proporcionar un tratamiento local utilizando el modo CET con un fuerte efecto diatérmico, también es beneficioso utilizar el modo RET, ya sea con los brazaletes o con la herramienta Fascia Skills. Otro enfoque sería utilizar una combinación basada en TECAR 2.0 (RET) con un Fixpad de retorno y un Fixpad de RET a cada lado de la cicatriz (acción Lowpulse). A continuación, se pueden movilizar los tejidos mediante técnicas de masaje de petrissage o utilizando otras técnicas de movilización, ya sean pasivas o activas, que permitirán que los planos de los tejidos adyacentes se muevan entre sí de forma más eficaz.

El uso de ventosas puede ayudar a estirar el tejido cicatricial y separarlo de los tejidos adyacentes. De hecho, la combinación de ventosas y TECAR 2.0 optimizará esta acción al concentrar la energía Winback.